Autoretratos, mi visión personal
Desde que inicié en la fotografía de forma experimental no he parado de hacer "click" con mi cámara. No tenía mucha idea de lo que hacía, todo inició por ocio con una compacta de la familia, buscando rellenar espacios baldíos, de aburrimiento. Poco a poco, ese experimentar, ese "juego" se fue formalizando.
La fotografía empezaba a ser parte de mi proceso de aprendizaje, proyectándose desde mi imagen en el lente. Ahí descubrí el autoretrato para conocerme aún más.
El autoretrato es para mí, el resurgir de personajes internos, o sencillamente el reflejo de un momento en mi vida, historias alternas, sueños paralelos, personajes que quisiera vivir o que sencillamente jamás existirán.
Fernando Pessoas, trabajó en su obra el heterónimo como imagen personal, un autoretrato escrito dónde nunca era él el autor, pero en el fondo trasgredía sus emociones, en distintas ciudades, diferentes edades, infinitos escenarios alternos.
Heterónimo es el pseudo-autor o el autor ficticio de una obra cuando este autor es también un personaje de la misma.
Siendo este de uso literario, me gustó mucho aplicarlo a mi trabajo fotográfico. Nace esa búsqueda personal de sentimientos y creatividad con el autoretrato, creando una conexión con mis emociones desde mi rostro. De allí nacen los heterónimos, "personajes" que intentan colarse desde mi identidad y decir y ser lo que yo u otros no se atreven, guardar emociones que ya no quiero sentir en el tiempo o que simplemente quiero recordar.
Este proceso mágico en mis fotografías ha sido curador, me ha ayudado a enamorarme de esta profesión. Además de aprender aún más.
"La raíz de los heterónimos está en una necesidad muy profunda de Pessoa de liberar las voces poéticas que escucha dentro de sí mismo"
Emir Rodríguez Monegal
Desde que descubrí esa capacidad de encontrarme, más amo la fotografía.
